Si navegas unos pocos minutos por Internet encontrarás publicaciones en redes sociales, memes y mucho debate sobre el valor de volver a la oficina – o el odio de quienes dicen que volver a la oficina es de dinosaurios. Este artículo profundiza sobre varios aspectos relacionados con el trabajo remoto o teletrabajo y las ventajas del trabajo en oficina. Y anticipo, no hay uno mejor que otro.
Empecemos por lo fácil: los beneficios del trabajo remoto. Algunas compañías pueden ofrecer trabajo remoto o incluso «trabaja desde donde quieras» como Spotify, pero acaso ¿todo lo que brilla es oro?
Beneficios del trabajo remoto
Cuando hablo de beneficios, me refiero a los beneficios para el trabajador – empleado o contratista. Algo que se percibe como beneficio para el trabajador no es necesariamente un beneficio para la empresa. Por ejemplo, alguien podría pensar que tener 50 días de vacaciones al año es un gran beneficio, pero cualquiera que haya liderado equipos de trabajo sabe que tener muchos días de vacaciones hace muy compleja la gestión de los equipos, la planificación del trabajo y afecta la productividad.
1. No hay tiempo de desplazamiento a la oficina
La razón principal de muchos para preferir el trabajo remoto es el alto costo de desplazarse a la oficina. Y esto se hace más evidente en las grandes ciudades donde el commute (tiempo de desplazamiento desde y hacia la oficina) es más largo. Ese, por ejemplo, es el caso de quienes vivimos en Bogotá, Colombia. Bogotá es una de las ciudades con peor tráfico del mundo. Así que imagina un ahorro instantáneo de tiempo, sólo por trabajar desde casa.
2. Tranquilidad
Este beneficio psicológico es difícil de medir, pero varias encuestas han resaltado la calma que produce el saber que te has de quedar en casa. Así mismo, saber que cuentas con más tiempo para ti – al no haber tiempo de desplazamiento – puedes dormir mejor. Así que hay un aumento del sentimiento bienestar. Duermes mejor y te sientes más tranquilo.
3. Tiempo personal o de calidad en familia
Si tienes más tiempo, lo puedes invertir mejor en lo que te gusta o en pasar tiempo en familia. Para quienes tienen hijos, el tiempo de trabajo en casa ofrece una oportunidad única de reconectar con los valores familiares más tradicionales – como un desayuno, almuerzo o cena en familia.
4. Oportunidades para minorías
Algo que tal vez algunas personas no anticiparon, es que la virtualidad del trabajo remoto abre las puertas a minorías o personas que no hubieran podido tomar trabajos en oficina. Desde personas de etnias históricamente discriminadas o de colectivos sujetos a sesgos de forma consciente o inconsciente, hasta madres con hijos pequeños que no pueden – o no desean – alejarse demasiado de sus hijos. Esto pasó en Meta, donde la diversidad y las minorías ahora tienen mayor representación en la fuerza de trabajo.
5. Trabajar desde cualquier parte
Este es uno de los beneficios más aclamados por los jóvenes – y algunos nómadas digitales. ¿Si puedes trabajar sin ir a la oficina, por qué quedarte en el mismo lugar? Ciudadanos de países ricos y, desde luego, sin restricciones de viaje en sus pasaportes, han demostrado que es posible trabajar desde cualquier parte. Claro está, siempre y cuando la zona horaria lo permita o el trabajo pueda realizarse en horarios flexibles.
Desde luego hay muchos otros beneficios del trabajo remoto. También hay beneficios para las empresas. Cómo el aumento de la retención de los trabajadores o el alza en los niveles de compromiso y satisfacción con el trabajo – relacionado directamente con la productividad de las personas.
Hemos visto casos tan interesantes como el de Spotify y Meta, con sus políticas de trabajo remoto. ¿Pero, si el trabajo remoto es tan bueno, por qué hay discusiones al respecto? ¿Por qué compañías como Apple o Google les piden a sus empleados que regresen a la oficina?
El lado oscuro del trabajo remoto
El trabajo remoto tiene muchas variables. Sin embargo, la distancia geográfica y legal entre el trabajador y la empresa puede jugar en contra del trabajador – más que de la empresa.
Vamos por partes, ser trabajador no es lo mismo que ser empleado. Así que, si realizas trabajo «remoto» para una empresa sin representación legal en tu país, es muy probable que estes expuesto laboralmente o incluso, legalmente. En resumen, cambias beneficios de largo plazo, por algunos pesos adicionales cada mes – por ejemplo, ahorros pensionales, pagos a servicios médicos o incluso vacaciones. En este artículo sobre los ingresos en dólares hablo un poco al respecto.
1. Riesgos asociados a la empresa
Me gusta asumir que las empresas hacen lo correcto, honran su palabra y cumplen la ley. Pero eso no significa que un chequeo legal o de validación de prácticas responsables sea innecesario. La razón es simple, tu trabajo remoto no puede ser más costoso que el realizado por alguien en sitio. Desde la perspectiva del gestor / coordinador, es más simple, productivo y eficiente, gestionar y coordinar personas físicamente ubicadas en el mismo lugar – coubicación y no olviden el principio ágil que dice: «el método más eficiente y efectivo de comunicar información al equipo de desarrollo y entre sus miembros es la conversación cara a cara» y la riqueza de los canales de comunicación que planteó Scott Ambler.
Por lo tanto, si trabajas para una compañía sin presencia en tu país como trabajador remoto, esta empresa solo asume el riesgo de tenerte porque tiene un ahorro o acceso a tus capacidades que tal vez son muy difíciles de encontrar y por lo tanto costosas. Si trabajas a través de una empresa de intermediación – ahora muy populares – esta además debe manejar un margen de ganancia. En la búsqueda de estos «ahorros» o «mejores márgenes» alguien podría intentar «doblar las normas«. Y no son casos aislados, o de empresas muy pequeñas, recuerda los problemas que enfrentó Apple al tercerizar su trabajo.
Desde el punto de vista de gestión, la distancia hace la diferencia. Y aunque existen las relaciones a distancia, no son la regla, ¿cierto? Desde el punto de vista de «espíritu de equipo», la distancia juega en contra. Desde la regulación laboral, aún hay camino que recorrer.
2. Cambio de beneficios por dinero
Imagina que trabajas de forma remota para una compañía en los Estados Unidos. ¿Qué pasa si de tanto trabajar sentada te duele la espalda? ¿qué pasa si al caminar por un café en tu casa te tropiezas, caes y te lastimas? ¿quién responde por esa lesión? ¿tienes seguro médico? ¿te reconocen los días de licencia?
Si ganas mucho dinero, tal vez puedes asumir la gestión de estos temas por tu cuenta. ¿Pero si la diferencia no es sustancial, vale la pena arriesgarse? De nuevo, te invito a leer mis artículos sobre:
En estos artículos abordo temas importantes a considerar sobre el salario, el salario emocional, el dinero (ingreso) y los beneficios.
3. Largas jornadas de trabajo
Este tema es un arma de doble filo. Si eres ordenado y la empresa para la que trabajas es respetuosa de tu tiempo, entonces es un beneficio. Si, por el contrario, la empresa es caótica, o tienes un mal jefe, ya sabes, el «horario flexible» se vuelve el trabajo interminable. Hay estudios que demuestran que encontrar el balance no es simple de lograr.
4. Ausencia del sentido de pertenencia
Este es, en mi opinión, el tema más delicado de todos. Trabajar remoto para algunos es sinónimo de estar en casa en pijama, hacer algunas videoconferencias y enviar correos. Da igual si ese trabajo lo haces para la empresa X, la empresa Y o el equipo de trabajo Z.
La ausencia de pertenencia de los trabajadores resulta en:
- Alta rotación del personal
- Falta de compromiso y accountability
- Desmotivación
- Depresión
No es un tema menor. ¿Ir a la oficina es tan improductivo? ¿Ver a tus compañeros de trabajo es tan aburrido? Somos, esencialmente animales sociales, y como tal, la ausencia de relacionamiento hace que el trabajo se vuelva monótono y en últimas, nos convertimos en mercenarios de una remuneración.
Un video excepcional de Malcolm Gladwell se habla de esto – y muchas otras cosas, en una emotiva entrevista de «The Diary of a CEO» – te súper recomiendo esta entrevista, pero si no tienes todo el tiempo para ver la entrevista completa, puedes saltar a 1:17 «Feedback & Meaningful Work» y escuchar sus interesantes conclusiones.
¿Qué considerar para un trabajo remoto?
Tener un trabajo remoto puede ser una mejora significativa a tus condiciones actuales, y puedes acceder a mejores salarios. Pero no siempre es la norma. Para algunos la diferencia, no es significativa y sin saberlo, sacrifican beneficios.
1. Relación laboral
Para simplificar, hablamos de trabajo remoto todas las labores asociadas con tu trabajo – o la tarea encomendada por una empresa – que se realiza fuera del lugar de trabajo o incluso cuando el lugar de trabajo no es fijo o no está establecido en la relación.
Ejemplos:
- Trabajas para una compañía que no tiene oficinas en la ciudad donde vives
- Trabajas para una compañía que tiene oficinas, pero no te exige asistir a la oficina
La realidad es un poco más compleja que esto, pero intentaré mantenerla simple. Sin embargo, te presento otros ejemplos más difíciles de clasificar como «trabajo remoto» o «trabajo en oficina».
- Eres visitador o visitadora médica
- Tu trabajo es visitar a clientes en sus oficinas o sus casas
- Tu trabajo es conducir un camión y repartir mercancía
Así que no es tan simple.
Trabajo remoto: empleados o contratistas
Reitero, es posible que la palabra se use para algo relacionado, pero no para denotar exactamente lo mismo en tu país. ¡Presta atención e intenta responder algunas de estas preguntas!
- ¿debería la empresa pagar por adecuar tu espacio de trabajo?
- ¿puede una empresa exigirte que asistas a alguna sede de la empresa?
- ¿si sufres un accidente relacionado con las labores encomendadas, quién responde?
Estas preguntas simples son muy importantes porque establecen la relación entre la empresa y el trabajador.
Si eres contratista, la respuesta es una sola: no hay ninguna otra obligación de la empresa diferente al pago por el resultado de tu trabajo. Lo que sucede en medio es, casi siempre, tu responsabilidad (y problema si sale mal).
2. Puesto de trabajo
El puesto de trabajo hace referencia al lugar desde el cual realizas tu trabajo, incluye, en el caso de los empleados, todos los equipos e insumos necesarios para hacer tu labor. Por ejemplo, si eres un programador, te asignará un lugar, escritorio, equipo de cómputo, silla, y dispositivos que apoyen y favorezcan tu trabajo – incluso temas de ergonomía.
Si eres contratista y la silla donde trabajas se rompe, o no es muy ergonómica – como sillas de las barras de café de local, es tu responsabilidad, y solo tuya, resolver estos problemas. Si te duele la espalda, es tu responsabilidad.
3. Jornada y horario laboral
Ya he hablado al respecto en este artículo, pero básicamente, cómo cumples, cobras y cuánto te pueden exigir, es clave. ¿Debes ir a la oficina? ¿Cumplir un horario? ¿Te exigen una cantidad de horas determinada? ¿Es más o menos que un empleo en oficina? ¿Has hecho la cuenta?
4. Impuestos y otros pagos a considerar
El empleado goza de todas las garantías de la ley y beneficios que conforman el salario en tu país – por ejemplo, el seguro médico o un ahorro pensional.
El contratista por su parte no es considerado empleado de la empresa y por lo tanto no goza – directamente – de los beneficios que otorga la ley. Casi siempre, su relación con la empresa es más similar a la relación que tiene un proveedor. Es decir, emites facturas y la empresa las paga, pero no realiza aportes a servicios médicos ni considera beneficios adicionales como los ahorros con objetivo de pensión.
Muchos queremos un mejor lugar para vivir y trabajar, pero muy pocos están dispuestos a pagar los impuestos para ello. Y es que ser empleado implica pagos bajo la legislación laboral. Que es diferente a la relación entre un cliente y un proveedor (como un contratista). Pagar impuestos en países percibidos como corruptos e ineficientes es doloroso – lo sé por experiencia. Existe un «Índice de Percepción de la Corrupción» y para que te hagas una idea, acá te paso un ranking de la región para 2021. Tal vez estoy explica por qué somos tan reacios a pagar impuestos.
País | Posición (180 países) | Calificación (sobre 100 pts) |
Dinamarca | 1 | 88 |
Uruguay | 18 | 73 |
Chile | 27 | 67 |
U.S.A. | 27 | 67 |
Colombia | 87 | 39 |
Argentina | 96 | 38 |
México | 124 | 31 |
Venezuela | 177 | 14 |
¿Por qué el trabajo remoto no es tan buena idea?
Antes de continuar es importante aclarar que no todo el trabajo se puede hacer remoto. Si necesitas atención médica inmediata, el trabajo remoto no es una opción. La persona que conduce una ambulancia no lo puede hacer desde casa.
¿Te imaginas llegar a un restaurante y ser atendido por chat? Seguro es posible, incluso hoy puedes hacer mercado sin la intervención de personas, pero ¿irías de forma recurrente a un restaurante a disfrutar de una comida especial si todos los empleados hacen su labor de forma remota? No en vano, el cliché más popular de las películas románticas es ir a un restaurante.
Un mundo de experiencias virtuales, donde todos trabajamos de forma remota, no solo es imposible, es muy aburrido. Un mundo triste, sin relaciones, sin amistades, sin pertenencia. No quiero ni pensar en un juego de la Champions League donde los jugadores son robots o representaciones remotas de personas en sus casas en pijama.
Gran parte de la alegría de la vida consiste en compartir con otras personas, y eso incluye – nos guste o no – el tiempo que pasamos en la oficina.
El trabajo en la oficina es parte de la vida social
¿Puede que no sea tu caso, pero cuántas personas han conocido a sus parejas en el trabajo? ¿Cuántas amistades? ¿Cuántos futuros socios de negocio? ¿Cuántos de tus compañeros actuales son referidos de otros compañeros?
La interacción social es fundamental. Parte esencial de lo que somos. Por supuesto, todos odiamos el tráfico agotador y sus largas filas de autos. Pero en una buena empresa, hacemos amigos, encontramos amores y, desde luego, discutimos y odiamos – algunos con más fuerza que otros. Las experiencias y las emociones son parte de la vida.
El futuro de la oficina
El trabajo remoto tiene sus ventajas. El trabajo en la oficina también. ¿Cómo podemos obtener lo mejor de ambos? Hace unos meses en una video conferencia alguien me preguntaba cómo imaginaba el espacio de trabajo en el futuro.
La oficina ha evolucionado con la humanidad: de repetibles líneas de producción, a cubículos, a espacios abiertos, y ahora espacios flexibles – espacios que pueden servir para varios propósitos.
Así que el reto es ofrecer espacios donde conectar – hacer parte, construir relaciones, potenciar equipos y, desde luego, descubrir sinergias – sea posible, simple y práctico.
En contra tenemos el tráfico, las distancias geográficas y los mejores espacios de trabajo en casa – cabe resaltar que, en el mundo de la tecnología, el famoso «setup» es parte de la magia del trabajo en casa.
Así que les dejo mi apuesta.
- Oficinas más pequeñas – para no más de 150 personas. Si le parece arbitrario ese número, los invitos a leer un poco sobre el «número de Dunbar«.
- Espacios flexibles. Espacios privados y muy ergonómicos. ¿Si no puedes estar más cómodo que en casa, cuál es el punto de ir a la oficina?
- Equipos de trabajo asociados a oficinas. Si tienes un equipo, sería ideal tener a tu equipo cerca, como orbitando un sol – y ese sol puede ser la oficina. Así sería fácil establecer «horarios de equipo» y asistir todos juntos a la oficina.
- Más de una oficina para empresas grandes. Si la empresa tiene muchos empleados, sería bueno tener más de una oficina en la misma ciudad, así reducir el tiempo de commute – acercar la oficina al empleado.
- Oficinas y ofertas de vivienda. Esta es una apuesta más arriesgada, pero no nueva en absoluto. Y antes de entrar en los detalles históricos y aterradores, veamos la idea. Imagina que en tu empresa existe la posibilidad de tomar un departamento o casa a 5 o 10 minutos caminando de tu trabajo. Imagina que ese es un beneficio que puedes tomar. ¿Lo harías? Vamos a asumir que es un lugar agradable, cómodo y bueno para ti y quienes viven contigo.
Juntos, pero no revueltos: trabajo y vida personal
El trabajo es parte esencial de la vida. Pero no lo es todo. Así que lo difícil será mantener el equilibrio. Las empresas no la tienen fácil. Spotify le apuesta a lo que llaman Hubs, y seguramente las oficinas gigantes como el Apple Park serán la excepción. Pero hay que tener cuidado, los campos de concentración, antes de que todo lo malo ocurriera, eran una idea simple e innovadora, similar a la fundación de las ciudades industriales: «ven a vivir cerca al trabajo«.
No era mala idea, no lo es ahora. Desde luego, lo que pasó fue terrible. Pero la idea de vivir cerca de un trabajo que te ofrece bienestar para ti y tu familia no es mala idea. En el caso de la segunda guerra sabemos que era una mentira abierta. En Colombia, gran parte de las víctimas de los llamados «falsos positivos» dejaron sus ciudades con promesas de trabajo en otros lugares y ya sabemos qué pasó – me abstengo de poner enlaces a evidencia de esta afirmación, pero los invito a googlear sobre la propaganda nazi de los campos de concentración o entender un poco sobre el conflicto armado vigente en Colombia y el horrible significado de «falso positivo» en dicho contexto.
¿Cuál es la responsabilidad de las empresas en la búsqueda de ese equilibrio? Difícil de explicar. No es exclusivo de la empresa privada. Las naciones también son responsables de esta movilidad. Por eso la Unión Europea tiene movilidad entre ciudadanos de los países miembros. Las empresas de ofrecer espacios que propicien el trabajo y promuevan un mejor desempeño, y de los trabajadores – nosotros – soltar, compartir, apoyar, aprender…
Trabajo remoto: decisión responsable
El trabajo es trabajo, y nos pagan por él. Pero no por eso debe entenderse como algo separado de la vida personal. Tienen zonas comunes y áreas independientes – muchos amigos míos hoy tienen familias con (ex)compañeros de trabajo. Es responsabilidad de las personas, los gobiernos y las empresas, el construir ofertas seguras y benéficas para todos.
El factor económico y el manejo del tiempo pueden ser factores importantes, pero no los únicos. El trabajo remoto no es bueno solo por ser remoto. El trabajo en oficina no es malo solo por ser presencial. Y el debate no debe simplificarse, no es una situación blanco y negro.
Es importante contemplar el valor de tu trabajo, el aporte de tu presencia y la importancia del sentimiento de pertenecer. El incremento de las enfermedades mentales asociadas al aislamiento y el trabajo remoto es evidente y no puede darse por sentado que es de unas pocas personas.
[…] escrito bastante sobre el teletrabajo, te invito a ver otros de mis […]