¿Cuánto gana un director de proyectos?

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¿Quién no se ha preguntado cuánto debería ganar? ¿O cuánto debería pagar por un director de proyectos para una empresa, emprendimiento o proyecto? Saber cuánto debería ganar un director de proyectos es clave en un proceso de selección. Además, debemos considerar qué factores modifican la percepción de valor de una oferta. No importa si eres el candidato o la persona a cargo de contratar.

Este artículo te ayudará a entender qué compone el salario y a calcular – sí, abajo hay una calculadora de salario – cuánto podrías ganar como gestor de proyectos u ofrecer para un cargo de dichas características.

Última actualización: febrero de 2022 – para referencia de los valores y las fuentes

Beneficios: más que solo salario

Antes de entrar en materia, quiero que sepas que no todos los beneficios se pueden cuantificar en dinero. Dicho esto, ten presente que tu negociación salarial incluye no solo la cifra que has recibir al final del mes – o cada quincena.

La Real Academia de la Lengua Española define el salario como: paga o remuneración regular, o cantidad de dinero con que se retribuye a los trabajadores por cuenta ajena. Y, aunque el famoso refrán dice «por la plata baila el mono» – que popularizó hace un par de décadas Wilfrido Vargas en una pegajosa y movida canción – hoy más que nunca sabemos que no solo por dinero trabajas.

En gran medida, el relevo generacional – entendido como la presencia mayoritaria de millennials y centennials en la fuerza laboral – ha impulsado también una nueva y renovada visión del trabajo. La vida personal, el trabajo, y la relación entre ambos ha cambiado sustancialmente. Esta nueva visión del mundo y el trabajo vive en el imaginario colectivo y reconfigura nuestra opinión sobre lo que significa ganancia y retribución. Por lo tanto, definir cuánto gana en dinero un director de proyectos, es solo una parte de la ecuación.

Este cambio de paradigma nos ha traído un nuevo término conocido como salario emocional. Por esto, y antes de pasar a los números, te comparto los factores que podrían a definir o «potenciar» una oferta laboral, más allá del salario.

Elementos que constituyen el salario emocional

Todas las compensaciones que percibas, que no sean en dinero, son parte fundamental de cuán satisfecho estás con tu trabajo o labor. Esto es lo que se denomina salario emocional, y podríamos decir que hace parte de lo que gana un director de proyectos.

Algunos de los factores clave son:

Autonomía

Esta es una de mis palabras favoritas en el contexto de la gestión, los equipos y el liderazgo. La autonomía requiere dos cosas fundamentales de las partes involucradas:

  1. Confianza en los otros
  2. Talento y compromiso.

No debes confundir nunca autonomía con independencia. La autonomía es la libertad para hacer tu trabajo dentro de un contexto interdependiente con los demás y la organización para la cual trabajas.

¿De qué sirve aplicar a un trabajo de director, si lo único que has de dirigir son tus dedos en el teclado escribiendo informes o enviando correos? Esto no es autonomía. Dirigir implica siempre la toma de decisiones, el trabajo en equipo y algo que es difícil de traducir «accountability».

Todos hemos hecho, visto o escuchado memes, burlas y comentarios sobre aquellos superiores que hacen micro gerencia – micromanagement. Esos jefes que te asfixian y no te dejan hacer tu trabajo. La autonomía es la primera víctima del micromanagement. Sin embargo, la autonomía es muy buena si tienes la experiencia y las habilidades necesarias para desempeñar bien tu cargo y tus responsabilidades. De otra forma, por ejemplo, si estás en un proceso de aprendizaje, iniciando tu carrera o abriendo nuevos horizontes, es prudente sacrificar algo de autonomía mientras ganas experiencia y confianza.

Oportunidad

Meme muy reconocido sobre una persona en una entrevista de trabajo hablando de la pasión que siente por trabajar allí... y no morir de hambre sin empleo

Muchos definen la oportunidad como el crecimiento personal o el crecimiento profesional. Yo defino la oportunidad como el CVY – una expresión popular colombiana asociada a la corrupción: CVY = ¿Cómo Voy Yo? o ¿Qué es lo que ahí para mí? – en inglés, también es un concepto popular conocido como «what’s in it for me«.

Cuando evalúas o planteas una oferta, ten presente siempre cuál es la oportunidad. Esta no puede ser ganar dinero o aprender cómo hacemos las cosas aquí. Las nuevas generaciones, y en general el mundo después de la pandemia de 2020, ha redefinido colectivamente el significado de vida exitosa y trabajo soñado. Cualquier persona que haya trabajado en reclutamiento o contratación de personal en los últimos años sabe a qué me refiero.

Así que la oportunidad puede ser crecer personalmente, como fortalecer el carácter, desarrollar empatía o ampliar tu visión del mundo. Y puede ser crecer profesionalmente, como especializarte en tu profesión o una labor particular o, lograr maestría en algo que te gusta o apasiona.

Inspiración y propósito

Hay un video maravilloso que espero que hayas visto alguna vez, conocido como connecting dots o conectando puntos. Este es un discurso de Steve Jobs a un grupo de graduandos de una universidad. Más allá de la admiración por los logros profesionales de este personaje icónico del medio tecnológico – no tanto así sus decisiones de vida personal – hablan sobre cómo las decisiones que tomamos en nuestra vida conectan poco a poco con un propósito o resultado final.

Si bien, la historia de Steve es inspiradora, me hace reflexionar sobre la importancia de darle tiempo a nuestras decisiones. Y no me refiero a intentar controlar el futuro, pero si darle más chances a nuestro yo futuro de conectar.

Les dejo el video en caso de que, por alguna extraña razón, no lo hayan visto.

Y no te preocupes si aún no descubres tu propósito en la vida – no estoy seguro de haber encontrado aún el mío o sí, por el contrario, tenemos un único propósito o este cambia en el tiempo. A veces, una oferta de empleo puede tener como propósito, ayudarte a construir una visión más completa del mundo y sobre todo de ti mismo.

Estabilidad o Adaptabilidad

Bueno, este criterio depende de lo que estas buscando. Seguramente, tu contexto personal será clave para definir lo que te gustaría e identificar ofertas para ti.

Si necesitas un salario estable, beneficios y planes complementarios en salud, retiro, educación – para ti o para tus hijos (si los tienes) – es algo que debes contemplar. Algunos cargos directivos en algunas empresas cuentan con paquetes de beneficios.

En cambio, si lo que deseas es viajar, trabajar de forma remota o, establecer una vida nómada, definitivamente los planes complementarios no son lo más atractivo. Debes buscar flexibilidad, trabajo por objetivos o incluso modelos de ingreso como contratista.

En cualquier caso, es tu responsabilidad definir lo que estas buscando u ofreciendo.

Disfrutar

Esto es algo que recalco en todas mis clases. El trabajo es, en últimas, un esfuerzo diario y continuo que hacemos por algo. Seas ejecutivo de una empresa, cocinero, o el que sirve los cafés en un pintoresco lugar, si no disfrutas lo que haces, ¿qué sentido tiene hacerlo?

La vida, más que un destino, es un viaje. No vamos para un lugar, estamos viajando en el tiempo. Vivimos, compartimos, sufrimos, lloramos, reímos, a veces nos duele, a veces disfrutamos.

Lo clave es entender que en el trabajo también vivimos y, por lo tanto, deberíamos permitirnos disfrutar. Esto no significa que el trabajo sea fácil o que no tengamos problemas y dificultades. Significa que nuestra posición frente a las dificultades es, en últimas, de buena vibra.

Anécdota personal sobre disfrutar y compartir

Hace unos años tuve la fortuna de compartir con personas maravillosas en mi trabajo. Fue en verdad un momento muy feliz de mi vida. Recuerdo en las mañanas reunirnos varios compañeros para ir a la oficina en un solo auto – carpooling dirían los entendidos. Y antes de arrancar nos deteníamos en una panadería y uno de nosotros compraba grandes cantidades pan recién hecho. Así, partíamos a la oficina, felices, riendo y con un delicioso olor a pan fresco.

Panadería con panes recién horneados

No importaba el auto de quien conducía, seguro terminaba el trayecto lleno de boronas. A veces el pan lo comíamos todo antes de llegar a compartirlo en la oficina ¡JA adiós a las dietas! Eran momentos divertidos y alegres que nos preparaban para un día lleno de trabajo duro y – en mi caso – problemas.

Con el tiempo, poco a poco se fue distanciando el grupo, algunos cambiaron de lugar de residencia y otros, simplemente ya no estaban. Con el paso de los meses los problemas, los chismes y el sentimiento de desconfianza se apoderó de mi entorno. Recuerdo discusiones que poco o nada tenían que ver por el trabajo, y que poco o nada tenían que ver con lo que hacía o decía. No importaba qué tan bueno era o qué tanto me esforzaba.

Dejé de disfrutar. Poco después renuncié. No era yo. No entendía qué había pasado. Pero de seguro, no era el ambiente que habíamos construido. A veces, las empresas crecen tanto, que un día llegas a tu oficina y te das cuenta de que trabajas con desconocidos. [1]Si alguna de esas personas que compartía la ruta conmigo lee este artículo, sepa que siempre recordaré con mucha alegría y nostalgia esos momentos.

¿Cómo calcular la remuneración?

Desde luego que no voy a hablar de temas tributarios o consideraciones adicionales sobre los planes de retiro, eso mi querida persona lectora, es tu responsabilidad absoluta. Pero si te puedo dar información útil sobre cuánto deberías ganar al año, según tu experiencia y las certificaciones que ostentas.

Factores que determinan cuánto gana un director de proyectos

Cuando de calcular la remuneración se trata, debes considerar varios factores, la naturaleza del cargo y la empresa a la cual aplicas. No es una obligación o regla absoluta cumplir con todas estas consideraciones que te presento a continuación, sin embargo, te ayudarán en tu proceso.

Experiencia

Sin discusiones, la experiencia es clave. El camino que has recorrido es lo que ha forjado tus habilidades. El conocimiento lo puedes adquirir en la escuela, universidad o curso, incluso de forma autodidacta. No así aplicar ese conocimiento, y aplicarlo bien. La experiencia demuestra maestría. De allí, que este sea el criterio funda