Primeros pasos para convertirse en un buen director de proyectos

¡Comparte!

Hace unos días tuve una agradable sorpresa, una antigua compañera de trabajo me buscó para hablar y pedir consejo – algo que, siempre que pasa por ocasional que sea, es halagador. Ella quería conocer más sobre el proceso para obtener la certificación PMP® – la certificación más reconocida del Project Management Professional. La conversación – que primero fue telefónica y luego una reunión más extensa en un café – inició con una pregunta sencilla pero muy profunda: ¿cuál es la meta más inmediata, aprender sobre la profesión o certificarse como profesional en dirección de proyectos? ¿Acaso certificarse hace parte de los primeros pasos de un buen director de proyectos?

Acá comparto consejos valiosos si deseas dar tus primeros pasos para convertirte en un buen director de proyectos y, desde luego, para todos los que luego deseen certificarse como profesionales.

Certificarse y aprender no son lo mismo

Un error muy común es pensar que un curso de certificación contempla el aprendizaje mismo sobre la profesión. Muchas personas vinculan el proceso de «certificarse» al proceso de «aprender». Y no solo hablo de aprender los términos estándar o «las buenas maneras» que promueve el PMI. Quiero decir que muchos creen que un curso de preparación para la certificación es un buen curso para aprender de cero sobre la dirección de proyectos.

Puedo asegurar que un curso de «Preparación para el Examen PMP» no es un curso sobre gerencia de proyectos. Por lo tanto, este curso no debería formar parte de los primeros pasos para convertirte en un buen director de proyectos. Gran parte del contenido del curso asume que el participante tiene experiencia. Es decir, el contenido del curso y del examen asume que has vivido y comprendes la diferencia sutil entre la teoría y su aplicación.

Certificarse PMP no lo hace mejor gerente de proyecto

La certificación está diseñada para demostrar el conocimiento y experiencia en un dominio específico. En el caso de PMP, es una certificación internacional de una institución que trabaja de forma frecuente con la ANSI y la ISO. Es decir, el PMI surte un proceso riguroso y estricto para definir su estándar y ofrecer la certificación. La última P de PMP significa «Professional» y, por lo tanto, valida «experiencia» en campo. No solo conocimiento.

Durante un curso de preparación es posible aprender cosas. No obstante, no tendrá el tiempo para aplicar, experimentar o apropiar ese conocimiento. ¿Cuántas personas conoce usted que una vez certificados se consideran, por arte de magia, mejores profesionales? ¿Acaso un deportista se hace mejor al obtener una Medalla de Oro Olímpica?

No digamos mentiras, es el trabajo previo, la disciplina y el esfuerzo el que merece la medalla. Convertirse en gerente de proyectos es un proceso, no una certificación. Toda profesión requiere tiempo, y para alcanzar la maestría, mucho tiempo.

En el mercado de hay muchísimas certificaciones de bolsillo. Muchos PDF con logos dorados y nombres encantadores que no aportan nada a la profesión. Estas certificaciones de bolsillo son basura y seguramente solo potencian un mercado mediocre. Evita caer en la tentación y el facilismo.

¿Por dónde empezar para convertirse en un buen director de proyectos?

Esta lista no busca no es una receta exacta. Desde luego, el proceso depende de la experiencia y el conocimiento previo sobre gerencia de proyectos. No obstante, acá comparto una pequeña lista que puede ser de mucha ayuda.

Paso 1: Aprender sobre la dirección de proyectos como profesión.

Si deseas aprender conceptos básicos y algo de teoría, lo mejor es leer algunos libros. No te dejes descrestar por palabras raras y acrónimos que suenan bonito. Tu primer objetivo debe ser descubrir que hay un mundo de prácticas y herramientas que existen para apoyarte en tu labor – nuevo o futura. Recuerda, la idea es entender la teoría, conocer la jerga y apropiar algunos principios básicos. Acá te comparto una lista de libros recomendados son:

Hay tantos libros que podría recomendar que te invito a dejar en los comentarios tus sugerencias y enlaces a otros libros.

Más allá de los libros

Otra opción diferente a los libros puede ser un curso – formal o informal, presencial o virtual. Hoy en día hay muchas alternativas para aprender. La oferta de cursos presenciales en escuelas de negocio y universidades es amplia. La pandemia que inició en 2020 también contribuyó a la masificación de los contenidos en línea de excelente calidad.

¿Cómo elegir un buen curso sobre dirección de proyectos?

Te invito, antes de registrarte en cada programa, a estudiar y verificar la hoja de vida de los docentes. Un buen programa es en esencia, la magia de un buen grupo docente. Busca algunas recomendaciones entre amigos y referentes. La opinión de exalumnos es clave.

Aquí te dejo unos cursos virtuales básicos para dar con confianza esos primeros pasos para convertirse en un buen director de proyectos:

Por su parte, el PMI -Project Management Institute- lanzó la iniciativa PM Edge. Esta es una maravillosa iniciativa y no un programa estructurado. Es un gran recurso para quienes empiezan – lastimosamente solo está disponible en inglés.

Paso 2: Aplicar los conocimientos

Dirección de proyectos en el trabajo

Si tienes un trabajo donde participas activamente de proyectos y puedes asumir labores de dirección, da el paso adelante. La mejor manera de afianzar los conocimientos es su aplicación. Mi recomendación inicial: aplicarlos tal y como dice la literatura – by the book dirían los entendidos. Aprende cada herramienta tal cual fue diseñada.

No se trata de tragar entero, se trata de aprender el valor de las cosas, respetando el esfuerzo de quien la ha diseñado – te invito a leer un poco sobre el concepto Shuhari propio de las artes marciales.

Voluntariado para aplicar la dirección de proyectos

Por el contrario, si en tu trabajo no es posible aplicar la dirección de proyectos, siempre puedes realizar actividades de voluntariado. El voluntariado está lleno de vibrantes opciones y de seguro, manos hacen falta. No necesitarían voluntarios si no fuera así.

Aunque no es lucrativo en términos de dinero, lo es desde la perspectiva profesional. El voluntariado es una fuente de contactos, oportunidades y, en mi caso, grandes amigos. Busca las opciones actuales de voluntariado en tu ciudad, región o país. Visita con frecuencia el sistema de voluntariado del PMI o de las Naciones Unidas.

Este consejo es útil en todo lo que te gusta. Siempre hay asociaciones o fundaciones que requieren voluntarios y te pueden ayudar a vivir la experiencia de aquello que te apasiona.

Paso 3. Compartir experiencias

Hay diferentes modelos para compartir experiencias. Acá puedes escoger alguno:

  • Asiste a eventos relacionados con la profesión. Varias asociaciones tienen Capítulos en todo el mundo.
  • Participa de un programa de mentoría.
  • Haz parte de un grupo de discusión, foro o redes profesionales de tu profesión. Sé que algunas de ellas pueden ser foco de promociones y ofertas de servicio, pero también hay excelentes grupos de discusión. En el caso particular de la dirección de proyectos existe una «red social» – o así la llaman: www.projectmanagent.com

Paso 4. Certificar la experiencia y el conocimiento

Hace algunos años tuve un incipiente debate con algunos académicos sobre la importancia de una certificación. Las certificaciones, todas ellas, tienen objetivos muy simples:

Para quienes obtienen la certificación:

  • Demostrar conocimiento y/o experiencia en un dominio particular.
  • Mejorar su perfil profesional.
  • Obtener mejor remuneración de su trabajo – como empleado o contratista.
  • Acceder a nuevas y/o mejores oportunidades de trabajo.

A los contratantes de personas con certificaciones:

  • Simplificar el proceso de selección y contratación.
  • Mejorar las probabilidades de éxito de la persona en la posición para la que fue seleccionada.

Acá un consejo, busca siempre una certificación seria, respaldada y que demuestre tu interés por el crecimiento profesional. Te dejo tres elementos clave a validar en toda certificación:

  1. ¿Cuál es la entidad certificadora que expide el certificado? ¿La conocías? ¿Tiene una trayectoria global en el dominio específico del conocimiento?
  2. ¿Cuál es el reconocimiento a nivel internacional de dicha certificación? ¿Hay terceros que avalan el proceso, como ANSI o ISO?
  3. ¿Qué respaldo académico tiene? ¿Existe un proceso riguroso para aplicar? Recuerda que el valor de toda certificación está ligada a los profesionales que la poseen. Quienes destaquen en su desempeño serán buenos embajadores. De otra forma solo estas pagas por un documento sin valor.

Espero que este artículo te ayude a formar una idea más clara de dónde empezar. Los pasos para convertirse en un buen director de proyectos que presento son clave. Sin embargo, hay muchas cosas que puedes hacer para consolidar tu carrera.

Este proceso de aprendizaje nunca acaba, así que no es un punto de llegada, es un camino. Y como todo en la vida, avanzar solo puede ser muy eficiente, pero avanzar en equipo es mucho más divertido y enriquecedor. Busca compañeros y amigos que tengan sueños similares. Yo me ofrezco a ayudar si lo consideras valioso.

Al final entenderás que la gerencia solo es posible gracias a las personas y equipos que trabajan contigo. Ese es el verdadero camino de un buen director de proyectos.

¡Comparte!

Alberto Dominguez
Alberto Dominguez

Liderando equipos desde la teoría hacia la entrega real y sostenible de productos y servicios innovadores de TI.

Artículos: 45

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.